Kintsugi, la belleza de las cicatrices de la vida

Nuestra piel es el espejo que refleja lo que somos y lo que fuimos. Todo por lo que hemos pasado queda grabado en forma de cicatrices que tendemos a ocultar. Sin embargo, de las imperfecciones nace la verdadera belleza de cada uno, diferente, única y extraordinaria.

Existe un arte en Japón, llamado kintsugi, que repara los jarrones rotos rellenando las grietas con resinas de oro. No es sino una metáfora que nos enseña que hay que celebrar las cicatrices de la vida, abrazar nuestras imperfecciones y observar la belleza que ellas emanan por sí solas.

En nuestras vivencias encontramos nuestra verdadera identidad y, depende de nosotros elegir pintar de oro nuestras piezas rotas y convertirlas en nuestro estandarte. Rellenar esas grietas y acentuar la belleza de lo que nos hizo sufrir mostrando con orgullo las cicatrices que nos han hecho crecer.

En la superación reside la historia de cada uno, su lucha y su fuerza interior.

Inspirados en esta filosofía, nace skintsugi, el arte de cuidar y restaurar la piel. Porque cada piel es única, cada producto skintsugi es un elemento reparador que responde a las necesidades específicas de tú piel y ensalza su belleza natural.

Como el arte del kintsugi, potencia la belleza de algo que una vez se rompió pero que ahora tiene una historia que lucir y contar. Aprende y supérate, pero recuerda siempre cuidar la belleza de las cicatrices de tú piel con skintsugi.

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