Entramos en el eterno debate del verano o el invierno, del frío o del calor… independientemente de nuestra elección, debemos de tener claro que ambas estacionalidades son todo un desafío para nuestra piel y necesita unos cuidados especiales.
Entre estos cuidados, surge un nuevo debate: ¿debo exfoliar mi rostro?
La respuesta es sí. Y es que en esta época del año la piel se seca más debido a que las células muertas reducen la capacidad cutánea de absorber las cremas que usamos. Dicho en simple: si no nos exfoliamos, nuestra rutina hidratante pierde su efecto.
Durante el invierno la piel también tiende a sensibilizarse frente a las bajas temperaturas. Se reseca y se ve más apagada de lo normal porque el frío hace que se desequilibre la capa más superficial (epidermis) y reduce la capacidad de generar sebo para protegerse. Otro de los efectos que causa el frío es el aletargamiento para eliminar las células muertas y la consecuente acumulación que impide su rehidratación.
La solución es exfoliar correctamente la piel del rostro y para ello necesitamos un buen exfoliante que sea especialmente suave y sensible, y que no lo realicemos más de 2 veces por semana. Además, el proceso es uno de los puntos clave para que la exfoliación tenga su fruto:
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Limpiar el rostro para remover restos de maquillaje y todas las impurezas antes de remover las células muertas.
Para ello, te recomendamos utilizar nuestra agua micelar trifásica limpiadora que combina una fase acuosa con una fase lípdica para una acción más completa.
Si lo prefieres, también puedes utilizar nuestro bálsamo limpiador nutritivo que gracias a su textura termosensible se funde con la piel y se transforma en aceite para arrastrar todo tipo de impurezas.
Pero, si eres de las que prefiere limpiar el rostro con gel, puedes utilizar nuestro gel limpiador purificante.
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Después de la limpieza, no te seques la cara, porque es recomendable aplicar el exfoliante con la piel húmeda. De esta manera el producto que uses se esparcirá más fácilmente y será más efectivo.
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Aplicar el exfoliante con movimiento circulares, sin hacer presión o fuerza. Con esto procuramos abarcar todo el rostro y remover todo para que la hidratación sea más efectiva.
Puedes utilizar nuestro micro gel volcánico exfoliante con doble acción que estimula la renovación de la piel. Sus microparticulas de roca volcánica con forma redondeada aportan fuerza y suavidad en la exfoliación. Además, tiene propiedades detoxificantes que eliminan las impurezas y microcápsulas de carbón activado que se funden con la piel y consiguen una acción purificante en profundidad.
También puedes optar por nuestro bálsamo renovador luminoso, que al utilizarlo noche tras noche, garantiza una exfoliación segura y eficaz gracias a su efecto peeling controlado. Su combinación de ingredientes activos renovadores y clarificantes crea una perfecta sinergia para conseguir una piel lisa, retexturizada y radiante.
- Para que los poros se cierren, retira el producto con agua fría. De esta manera evitamos que la piel quede muy delicada y expuesta a los agentes dañinos del aire, como la contaminación.
- Aplicar tu crema hidratante de uso diario y tu crema de noche.
Además de realizar correctamente el proceso de exfoliación, es importante que sigas de manera constante una buena rutina diaria (por la mañana y por la noche) para cuidar la piel de tu rostro y lo acompañes de una dieta equilibrada rica en ingredientes beneficiosos para la piel. Finalmente, siempre recomendamos contar con la opinión de tu dermatólogo respecto a los cuidados específicos que necesita tu piel.