Las pieles grasas…. Sólo aquellos que la han tenido, o la siguen teniendo, saben lo complejo que es su tratamiento.
Evidentemente, una piel grasa tiene mayor propensión a experimentar la aparición de granitos, pero no es solo cuestión de acné, ni de la etapa de adolescencia.
Una piel grasa se caracteriza visualmente por tener los poros dilatados, un fuerte brillo por todo el rostro y la tendencia a la aparición de puntos negros y granos. Si es tu caso, te contamos todo lo que necesitas saber para cuidar tu piel.
Cómo tratar y equilibrar una piel grasa
A la mayoría nos gustaría leer una receta mágica sobre cómo evitar los brotes de acné y controlar el exceso de grasa, pero no la hay. El punto clave es: la constancia, la limpieza correcta y la regeneración nocturna.
Para la limpieza debemos usar productos que hayan sido formulados específicamente para pieles grasas, mixtas o con tendencia acnéica, compuestos por activos seborreguladores para controlar la producción de grasa, y activos calmantes para tratar la posible sequedad e irritación.
Dentro de la amplia variedad de productos de limpieza, nuestras expertas siempre recomiendan el uso de un gel o un agua micelar: “La función principal de un tónico es regular el pH de este tipo de pieles y conseguir una limpieza en profundidad del poro, pero no es un producto destinado a la limpieza en general. Un tónico nunca sustituirá un producto de limpieza, como un gel o un agua micelar”.
Otro error muy común es la creencia de que una piel grasa no debe estar hidratada porque producirá más “brillo”, lo cual lleva a una deshidratación. Lo importante es aportar agua y no grasa, con el uso de una crema ligera seborreguladora con una muy buena composición.
Entonces, ¿cuáles son los ingredientes sobre los cuales debemos poner los ojos?: ácido salicílico, niacinamida, retinol, ácido glicólico e incluso, ácido hialurónico.
Qué productos usar para tratar y prevenir
En muchos casos más es menos, y en el caso de las pieles grasas esta afirmación se acentúa. Te recomendamos una rutina básica pero muy completa para consigas mantener un equilibrio en tu piel. ¡Toma nota!
- Gel mousse limpiador: con su textura ligera y fresca que recuerda a la gelatina, limpia en profundidad sin resecar a la vez que reduce el exceso de grasa, minimiza el tamaño de los poros y elimina restos de polución y maquillaje.
- Microgel volcánico exfoliante: gracias a su doble acción exfolia a la vez que estimula la regeneración natural de la piel. Sus micropartículas de roca volcánica con forma redondeada aportan fuerza y suavidad en la exfoliación y las microcápsulas de carbón activado purifican en profundidad al fundirse en la piel durante su aplicación. Te recomendamos utilizarlo como máximo 2 veces a la semana.
- Crema hidratante perfect balance: es un gel hidratante seborregulador, con textura mate, ultra-ligera y libre de aceites. Su acción correctora y preventiva restaura el equilibrio de la piel, además, aúna toda la eficacia del ácido salicílico y de otros ingredientes activos específicos para el cuidado de pieles grasas.
- Bálsamo de noche: su textura en gel, ligera y acuosa, se funde rápidamente en la piel y actúa aportando oxigeno a la piel y detoxificándola frente a los efectos de la contaminación y polución.
Como ves, si sigues una rutina específica con los productos adecuados, cuidar tu piel y controlar el exceso de grasa no tiene por qué ser un problema así que comienza hoy mismo a cuidar tu piel como se mece.